lunes, 27 de abril de 2020

25 de abril, siempre


Un nutrido grupo de escolares acompañados de sus profesores rompió la calma de nuestro café, en una recoleta terraza del Largo do Carmo, en pleno barrio del Chiado.

Se fueron sentando en unas pequeñas gradas frente a un edificio oficial: el cuartel do Carmo. Al son de sus profesores, entonaron “Grandola Vila Morena”, la canción de José Afonso, cuya emisión por radio fue el mensaje clave para la activación de la Revolución de los Claveles.

El Cuartel do Carmo, perteneciente a la Guardia Nacional Republicana, tuvo un papel esencial el 25 abril 1974. Allí se refugió Marcelo Caetano, sustituto del dictador Oliveira Salazar, y allí se escenificó la rendición del Estado Novo frente a los militares del MFA (Movimioento de la Fuerzas Armadas). 
Existe una inscripción en el suelo dedicada al capitán Salgueiro Maia, que perpetúa ese momento. Conocer su historia merece la pena: se la jugó
, hizo lo que tenía que hacer cuando hubo que hacerlo, y después volvió a su vida cotidiana, ni cargos ni influencia.

La Democracia portuguesa tiene su hecho fundacional: La revolución y el espíritu de del 25 de abril, los claveles, y la canción de José Afonso. Los militares democráticos que la encabezaron, hartos de  matar y morir en una absurda guerra colonial en Guinea Bissau, Angola y Mozambique que duraba desde 1961, se empeñaron en que su revolución fuese incruenta.

Pasadas las décadas, un día de labor cualquiera, un grupo de estudiantes abandona sus clases y acude a esta cita con su historia democrática. Sin himnos ni banderas, solo una humilde canción que los portugueses han hecho suya.

No es la mejor versión, ni la mejor cantada, pero cantada en grupo "Grandola Vila Morena" crece. Se trata del flashmove organizado por un instituto de Setubal en el mercado municipal: 
 
En el año 2000, María de Medeiros dirigió la película “Capitanes deAbril” 

Paseando camino de la Alfama y del mirador de Santa Lucía, y justo frente a la Catedral de Lisboa, pasa desapercibido. Entre tanta belleza no es fácil fijarse en al antiguo Monasterio de Ajube. Después fue cárcel de mujeres hasta 1928, y entre 1928 y 1965, encerraron allí a cientos de presos políticos.

Desde el 25 de abril de 2015 el edificio acoge el Museo de Aljube - Resistencia y Libertad, dedicado a la represión política y la lucha contra la dictadura de Salazar.   
No es una visita fácil, mucho hermoso que ver en sus alrededores, y mucho para leer y pensar dentro… sin embargo, transmite una sensación poco revanchista: más parece un homenaje a quienes lucharon contra la dictadura, que una condena de esta. 
Al margen de su contenido, tiene un guiño frívolo: una cafetería en su último piso, con unas vistas espectaculares

Por favor, no busques comparaciones. Aquí nunca fue 25 de abril



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